Según detalla el INEGI, en Yucatán existen más de 13 mil apicultores y alrededor de 350 mil colmenas, las cuales, pese a la pandemia por COVID, se han sabido comercializar dentro y fuera de México
Entre las herencias mayas que presume Yucatán se encuentra la apicultura, actividad que se realiza desde la época prehispánica y que actualmente sitúa al Estado a la cabeza de la industria a nivel nacional.
El cultivo de abejas y producción de miel se ha transmitido por generaciones en numerosos municipios del Estado. Ese es el caso de Raúl Oxté, quien se dedica a esta actividad desde que era un niño. “Vengo trabajando en esto desde los 12 años con mi papá. Ahora tengo 45, para que vean el tiempo que llevo haciendo esta labor”, comentó el oriundo de Hunucmá.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), hay unos 13 mil apicultores y más de 350 mil colmenas en el Estado y la mayor parte de los pequeños productores son campesinos que poseen menos de 50 colmenas en terrenos ejidales. Oxté señala que posee tres colmenas y 45 colonias.
“Hace como dos años que vendemos ahí. Por pandemia nos retiraron del lugar, pero ya nos volvieron a dar permiso”, expuso y recalcó que no está sólo en este proceso, pues lo ayudan sus ocho hermanos; algunos de ellos también tienen colmenas.
La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural y el Inegi presentaron, el año pasado, el Atlas Nacional de las Abejas y Derivados Apícolas, que compila datos de crianza, apoyos gubernamentales y volumen de producción, entre otros, con estadísticas detalladas de 2013 a 2019.
En ese periodo, quedó de manifiesto que Yucatán es principal productor de miel en el país. En 2019 ocupó el primer sitio a nivel nacional con una producción de 11 mil 589 toneladas, con un valor de producción de 444 millones de pesos, según el Sistema de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP).
Sin embargo, con la llegada de la pandemia, los apicultores se han enfrentado a condiciones complicadas para lograr la meta anual, a la vez que hubo cierres de mercados internacionales y de comercio local.
Por si fuera poco, las fuertes lluvias registradas en 2020 afectaron a las colmenas, especialmente la Tormenta Tropical Cristóbal. Para su fortuna, Oxté no vio tan comprometido su apiario. “En las tierras de uno de mis hermanos sí afectó mucho”, señaló.
“De hecho, en el año de la pandemia, Yucatán perdió el primer lugar de producción”, expresó.
Con tantas pérdidas debido a ese desastre natural, el Gobierno del Estado, a través de la Secretaría de Desarrollo Rural (Seder), ha distribuido más de 18 mil abejas a cientos de apicultores del Estado para seguir garantizando la calidad y el abasto de la miel.
A cada uno se le entregaron siete paquetes de abejas reina, los cuales contiene también nueve nodrizas. Oxté fue uno de ellos.
“Siempre hemos estado pendiente de este tipo de apoyos y no ha habido problemas para recibirlos”, señaló Raúl Oxte. Afortunadamente, la Entidad inició bien el ciclo de producción de miel 2021-2022: con 906 toneladas, en noviembre; según las estadísticas oficiales, es la mayor cantidad para el mes 11 en los últimos nueve años.
Esta buena cosecha impulsó la producción de miel en México también a un nivel histórico porque el acumulado nacional de 12 mil 69 toneladas, en el mismo lapso, no se había visto en 20 años.